carta de gratitud y perdon

Una de las circunstancias más habituales entre los clientes que se acercan a nuestros procesos de coaching es la necesidad de romper con alguna situación pasada cuyo recuerdo vuelve recurrentemente, no siempre de forma consciente, y genera en la persona los mismos sentimientos negativos y malestar que entonces.

Este revivir la experiencia del pasado y toda la carga emocional y sensitiva del momento suelen responder a una situación o conflicto no resuelto. Normalmente rupturas sentimentales o de relaciones emocionales, por lo que el conflicto y el recuerdo están enfocados hacia otra persona. Pero sin darnos cuenta también se ha incorporado a nuestra propia definición o concepto de nosotros mismos, mermando nuestra autoestima, distorsionando nuestra perspectiva, e incluso imposibilitando o lastrando nuestras futuras relaciones.

La incapacidad temporal de visualizar la vivencia con perspectiva,  la no resolución natural de lo vivido, la falta de perdón hacia el otro por su actuación -o de nosotros mismos por la respuesta o nuestro comportamiento- nos impiden también avanzar, condicionando nuestro presente y futuro, y dificultando lo principal en cualquier situación pasada, el aprendizaje evolutivo y beneficioso.

El perdón o auto-perdón, no implica la desmemoria o el olvido, tan sólo la subsanación de la experiencia para que permanezca como parte de nuestro pasado, sin que recordarlo suponga un sufrimiento o un sentimiento de frustración.

El perdón muchas veces pasa por una sencilla definición de la culpa, es decir, llevar esta -como acción cometida con intención de dolo o daño- a una simple responsabilidad. Es decir, no es lo mismo ser culpable, pues implica algo hecho para dañar; que ser responsable, que tan sólo relaciona causa – efecto, pero no intención. La mayoría de los hechos vividos solo son causa – efecto de situaciones, vivencias, o experiencias anteriores, por lo que casi siempre responden sólo a eso; no se definen por culpabilidad. Si esta existiera, no podemos estar seguros de ello, pues no somos la otra persona ni estamos en su lugar en ese momento para saber lo que piensa o desea.

Pero no suele ser el perdón la dificultad mayor para pasar página, sino el auto-perdón. Ser conscientes de que lo ocurrido no sólo responde a la otra persona, sino que en muchas ocasiones tenemos cierta responsabilidad en la permisividad o tolerancia de lo vivido, o en nuestra reacción o respuesta. Y es éste el verdadero lastre o peso que llevamos “en la mochila del viaje”. Permitirnos errar y aprender del error, retirar la conciencia fallida de culpabilidad, asumiendo tan sólo la responsabilidad, o sencillamente aceptar que ocurrió cómo ocurrió y que sólo podemos aprender y no cambiar lo vivido, suelen ser de gran ayuda para seguir adelante, con fluidez, perspectiva y nuevas metas.

Todo esto se puede trabajar a través de un proceso de coaching como parte del aprendizaje y “desaprendizaje” al que ya hemos hecho referencia en nuestro anterior artículo “El milagro de los 21 días y el coaching”. Una de las herramientas más usadas y recomendadas dentro de nuestros procesos es la conocida “Carta de Perdón y Gratitud”.

“La carta de gratitud y perdón”

Esta beneficiosa práctica precisa de esfuerzo, conciencia y compromiso, pero sus resultados son geniales.

Durante 42 días, debemos escribir una carta. A ser posible, diariamente, a la misma hora, sin prisas y con conciencia.

No debemos olvidar que se trata de una reflexión, a veces dolorosa o de cierta dureza, que debemos saber gestionar y dedicarle el tiempo preciso. Recomendamos hacerla al finalizar el día, tranquilamente en casa, sin interrupciones ni distracciones y permitiéndonos la experiencia, aunque nos genere desazón, desconcierto o incluso emoción.

En esa carta agradeceremos a la persona o personas relacionadas con la situación vivida las aportaciones que nos han generado; aquello que hemos aprendido y tiene que ver con nuestro cambio. Al mismo tiempo nos agradeceremos a nosotros mismos por las mismas circunstancias.

Para evitar el dolor o rencor, y por tanto, para liberarnos de esas cargas innecesarias y nada beneficiosas en nuestros pasos futuros, perdonaremos a quienes nos generan este sentimiento, y nos perdonaremos a nosotros mismos por lo que hemos permitido o generado y nos ha llevado a esta situación de sufrimiento o frustración.

Es muy importante no ponernos límites en la escritura, realizarla siempre en primera persona, y hacerlo sobre sentimientos, valorando los hechos, no relatando los mismos como un diario.

Un ejemplo: en lugar de escribir “fue horrible cuando ocurrió tal cosa”, expresaremos “me sentí triste y frustrada cuando sucedió”. No importa tanto lo ocurrido como nuestros sentimientos, pues es lo que queremos solventar y lo que, de no ser gestionado, perdurará como recuerdo en nuestra memoria, aun habiendo olvidado el hecho.

Es importante mantener una distancia “salvadora” entre el papel y nosotros, es una técnica que ya es utilizada en la psicología, y estudiada también en los procesos de creadores y artistas frente a sus fantasmas o miedos convertidos en obra de arte. Guardaremos una distancia con el papel que nos permite observar lo que sentimos, lo que nos duele, nos atormenta o tememos, con la tranquilidad que nos aporta la misma distancia generada. Una amplitud de perspectiva, una posición de cierta objetividad y, sobre todo, un punto de vista desde el presente, hacia el pasado, transformado en aprendizaje para el futuro.

El resultado es maravilloso. Sentiremos cada día cómo nos vamos liberando del pasado. Recordaremos lo positivo y le pondremos valor, mientras que lo negativo será un mero recuerdo de aprendizaje y experiencia sin sentimientos negativos como definición o peso.

Estaremos preparados para nuevos pasos, nuevos cambios, para la plenitud y para el éxito. Si, además, contamos con la compañía de un coach profesional, que nos seguirá en nuestro camino hacia un éxito mayor, los resultados estarán concatenados a otras fases de crecimiento y consecución de metas aún más satisfactorias y productivas.

Sabes que estamos a tu disposición para resolver las consultas personales o profesionales que te interesan y que puedes contactar con nosotros a través del email info@archcoaching.net. También puedes completar el formulario que encontrarás en este enlace y solicitar una primera sesión de coaching completamente gratuita:

http://archcoaching.net/atrevete-a-sentir-el-poder-del-cambio/

Add Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *